Fractura de femur



La forma más común para diagnosticar una fractura de femur es realizando una radiografía integral en el muslo. Si la radiografía no muestra totalmente los daños severos producto de la lesión, una tomografía puede ser más eficaz, pues estas recrean un mapa virtual 3D donde se apreciará más la superficie del hueso y de los músculos.

Posteriormente, el traumatólogo le hará un examen físico, en pocas palabras, el especialista repasará la zona dañada buscando traumatismo como moretones, deformidades o fragmentos que sobresalen en la piel provocado por la lesión. Así se determinará qué tan grave resultó ser.

Causas:

Las causas frecuentes que provocan lesiones de fémur son:

  • Caídas
  • Golpes
  • Accidentes automovilísticos
  • Torceduras severas
  • Dolor inmediato y severo en la pierna
  • Inflamación y moretones alrededor del área de la fractura
  • Incapacidad para caminar y/o rango limitado de movimiento en la cadera y rodilla
  • Deformidad de la pierna, como acortamiento o torceduras anormales en la extremidad lesionada

Tratamiento

El tratamiento de las fracturas de femur dependerá de la severidad de la lesión. Dentro de la lista de tratamiento convencional incluye:

  • Poner las piezas del hueso de vuelta en su lugar. Las propiedades del huelo simulan a un analgésico natural que logra acoplarse al moretón, emulando a una banda natural.
  • Mantener juntas las piezas fragmentadas mientras se recupera el hueso gracias a una férula que el médico te recetará si la fractura es de índole superficial.
  • Medicamentos contra el dolor dependiendo de su intensidad

Si la lesión requiere de cirugía que intervenga en la cicatrización, es de suma importancia que el paciente se operé entre 24 y 48 horas posterior al diagnóstico. Antes de entrar al quirófano, una férula sostendrá a la pierna para que el hueso no termine desalineado. Los principales tratamientos quirúrgicos utilizados en el tratamiento de fractura de femur son:

Fijación externa: El cirujano anclará pernos metálicos en el hueso del fémur, en la parte inferior y posterior de la fractura. Los pernos sujetarán una barra por fuera de la piel que mantendrá los huesos en posición firme mientras se curan. Este proceso sirve como antesala de una cirugía posterior.

Placas y tornillos: los huesos y fragmentos se reposicionan y luego se mantienen en su lugar con tornillos y placas especiales que se fijan a la superficie externa del hueso del fémur.

Clavado intramedular: Procedimiento que requiere la presencia de una varilla de metal en el interior del hueso femoral. La varilla mantendrá la fractura en posición alineada gracias a que los tornillos se instalarán en toda la circunferencia del hueso, tanto en la cabeza superior como en la inferior.





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