FRACTURA DE RODILLA
La fractura de rodilla es un caso muy frecuente en los consultorios. La rodilla está compuesta por la unión del hueso del muslo con la tibia, cartílagos, tendones, ligamentos y músculo. Además, es una de las articulaciones más complejas de nuestro cuerpo. Si bien sabemos que la rodilla nos permite movernos, caminar y flexionar las piernas, es poco lo que conocemos de su estructura. Ante un caída de cierta magnitud podemos pensar que es un pequeño golpe cuando en realidad se trata de una fractura.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR FRACTURA DE RODILLA?
Una fractura es una rotura total o parcial de los huesos de la rodilla. Cada vez que hablamos de fractura nos referimos al daño en los huesos. Podemos percibirlo de manera empírica al sentir dolor al caminar o al apoyar la pierna cuando nos ponemos de pie. Se debe de ir al médico lo más pronto posible para el diagnóstico que está compuesto por exámenes de imagen y físico. El primero ayudará al doctor a ver de manera interna el grado de rotura de la rodilla y el examen físico ayudará a ver si existe algún tipo de deformación. De esta manera, el médico determinará su diagnóstico y tratamiento.
SÍNTOMAS Y SIGNOS MÁS FRECUENTES
Lo más común ante una fractura es la hinchazón y dolor en el área de la rodilla. Toma en cuenta cada síntoma que será importante para el médico traumatólogo.
- Hematomas
- Dolor al caminar o flexionar la rodilla
- Incapacidad para movilizarse
- Deformidad de la zona de la rodilla
- Sensibilidad
- En algunos casos, se puede presentar fiebre como resultado del hematoma.
CAUSAS DE LA FRACTURA
Como ya mencionamos, existen múltiples formas que den origen una fractura de rodilla entre las cuales están:
- Caídas inesperadas
- Uso excesivo de la articulación
- Práctica de deportes de contacto como el fútbol, rugby, esquí y motociclismo
- Golpes fuertes y directos en la articulación
TRATAMIENTO CONSERVADOR
Este tipo de tratamiento se da cuando la rodilla ha sufrido un daño no tan grave. Por lo que, la utilización del yeso o un dispositivo ortopédico ayudará al paciente a no mover la articulación mientras internamente la rodilla se está curando. El periodo de recuperación es de 1 a 2 meses, durante este tiempo es recomendable utilizar muletas para su traslado de un lugar a otro.
Al retirar el yeso o la férula se recomienda llevar un programa de rehabilitación con un especialista en fisioterapia con el objetivo de mejorar la movilidad de la rodilla al flexionar o estirar y no perder masa muscular en la pierna. Para tonificar la musculatura es bueno realizar ejercicios en la física debido a la poca gravedad y la presión hidrostática ayudará de gran medida al paciente
Finalmente, con todos todos los procedimientos recomendados es más que seguro que la movilidad de la pierna sea completamente correcta, será un fase de indicaciones alimentarias, readaptación paulatina y mucho cuidado.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
Mayormente se requiere cuando la fractura de rodilla es altamente grave. En la actualidad, existen diferentes tipos de cirugía como la cirugía abierta que dependiendo el traumatólogo y el tipo de fractura se requiera utilizar y la cirugía artroscópica que consiste hacer 2 o 3 incisiones pequeñas en la área de rodilla para introducir el artroscopio, instrumento parecido a un lápiz con cámara en la parte inferior para ver internamente a la rodilla, de esta manera se podrá llegar a espacios que la cirugía abierta no puede acceder. La cirugía artroscópica es mínimamente invasiva quiere decir que la recuperación es más rápida que una cirugía abierta o tradicional.
Después de la fase postoperatorio, la colocación de una férula es importante para mantener inmovilizada durante 4 a 6 días la rodilla hasta que las heridas de la piel se sanen. Se recomienda llevar los tratamientos conservadores ya vistos y completar con un programa de fisioterapia para su pronta recuperación.