IDENTIFICANDO LOS SINTOMAS Y FACTORES PRINCIPALES DE LAS LESIONES MENISCALES



MECANISMOS

Los mecanismos que pueden conducir a los desgarros meniscales, los cuales podrían requerir una sutura meniscal, son diversos y pueden implicar tanto traumas agudos como lesiones degenerativas. Aquí están algunos de los principales mecanismos:

Torsión brusca: Un giro repentino o una torsión forzada de la rodilla pueden ejercer una presión excesiva sobre el menisco, lo que lleva a su desgarro. Esto puede ocurrir durante actividades deportivas que implican cambios rápidos de dirección, como el fútbol o el tenis.

Compresión y carga excesiva: La aplicación de una carga excesiva o la compresión directa sobre la rodilla, especialmente cuando la articulación está flexionada, puede causar desgarros meniscales. Esto puede suceder durante movimientos como aterrizar después de un salto o levantar objetos pesados.

Flexión y extensión repetitiva: Las actividades que implican flexión y extensión repetitivas de la rodilla, como correr, saltar o agacharse, pueden ejercer tensión en el menisco y aumentar el riesgo de desgarros, especialmente en personas mayores o en aquellas con cambios degenerativos en el tejido del menisco.

Trauma directo: Un impacto directo en la rodilla, como una caída sobre la rodilla o un golpe durante un accidente, puede causar un desgarro meniscal. Esto puede ser el resultado de accidentes automovilísticos, caídas desde altura o colisiones deportivas.

Lesiones degenerativas: Con el envejecimiento, el tejido del menisco puede debilitarse y volverse más susceptible a los desgarros. Los desgarros meniscales degenerativos pueden ocurrir con movimientos relativamente simples o incluso sin un evento traumático aparente.

Movimientos anómalos de la rodilla: Algunas anomalías en la biomecánica de la rodilla, como la alineación anormal de la articulación o la presencia de lesiones preexistentes, pueden aumentar la carga en el menisco y predisponer a los desgarros.

Estos son solo algunos de los mecanismos que pueden conducir a los desgarros meniscales y que podrían requerir una sutura meniscal para su reparación. La comprensión de estos mecanismos es importante para prevenir lesiones y diseñar estrategias de tratamiento adecuadas para los desgarros meniscales. Conoce más aquí en https://sportsmedicinelima.com/

SINTOMAS

Los síntomas asociados con los desgarros meniscales pueden variar según la gravedad y la ubicación del desgarro, así como la presencia de otras lesiones concurrentes en la rodilla. Aquí hay algunos síntomas comunes que pueden indicar la presencia de un desgarro meniscal:

Dolor en la rodilla: El dolor es uno de los síntomas más comunes de un desgarro meniscal. El dolor puede ser agudo o sordo, y generalmente se localiza en el área alrededor de la articulación de la rodilla. El dolor puede empeorar al flexionar, extender o girar la rodilla, y puede estar asociado con ciertas actividades, como correr o subir escaleras.

Inflamación: La hinchazón alrededor de la rodilla es otro síntoma común de un desgarro meniscal. La inflamación puede ocurrir debido a la acumulación de líquido sinovial en la articulación de la rodilla como respuesta a la lesión. La rodilla puede sentirse hinchada, tensa y caliente al tacto.

Bloqueo o traba de la rodilla: En algunos casos, un fragmento del menisco desgarrado puede quedar atrapado entre las superficies articulares de la rodilla, lo que puede causar un bloqueo o traba de la articulación. Esto puede hacer que la rodilla se sienta atrapada en una posición específica y dificulte su movimiento.

Sensación de chasquido o crujido: Algunas personas pueden experimentar una sensación de chasquido, crujido o estallido en la rodilla al momento de la lesión o durante ciertos movimientos. Esto puede ser causado por el desgarro del menisco y el desplazamiento del tejido desgarrado dentro de la articulación.

Inestabilidad o sensación de «dar vueltas»: Un desgarro meniscal puede afectar la estabilidad de la rodilla, lo que puede hacer que la articulación se sienta débil o inestable. Algunas personas pueden experimentar una sensación de que la rodilla se «da vuelta» o cede bajo ciertas circunstancias.

Es importante tener en cuenta que los síntomas de un desgarro meniscal pueden variar en intensidad y duración según la gravedad de la lesión y otros factores individuales. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para una evaluación adecuada y un plan de tratamiento adecuado. Programa tu cita aquí.





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